La historia de Tron comenzó en 1982, cuando Jeff Bridges dio vida al programador que se adentra en un mundo digital. Años después, en 2010, llegó Tron: Legacy, donde Garrett Hedlund interpreta a Sam, el hijo de aquel pionero, quien decide investigar la desaparición de su padre.
Ahora, en la tercera entrega titulada Tron: Ares y protagonizada por Jared Leto, la historia da un nuevo giro al mostrar a la humanidad enfrentado a seres de inteligencia artificial, cuando un programa altamente avanzado abandona el mundo digital para emprender una peligrosa misión en el mundo real.
Pero, ¿por qué ha tenido una taquilla débil y críticas mixtas? ¿Sigue teniendo algo que decir o la saga se ha quedado atrás en los temas de inteligencia artificial? Estas son algunas de las preguntas que Gaby Meza responde en su crítica.