James Cameron ve un panorama incierto para Avatar y la industria

James Cameron admite que le preocupan las dos últimas películas de Avatar debido a que la industria está en su punto más difícil.

En esta nota:

  • El futuro de Avatar es incierto debido a los altos costos de producción, la fragilidad del mercado cinematográfico y la caída de la taquilla desde la pandemia.
  • James Cameron advierte que las grandes franquicias están en riesgo, pues el cine ya no garantiza rendimientos suficientes para sostener producciones multimillonarias.
  • El director propone recuperar el valor de la experiencia en salas y explorar soluciones como la IA.

La tercera película de Avatar, titulada Avatar: Fire and Ash, está por llegar a los cines, pero el futuro de la franquicia luce incierto debido a sus altos costos de producción y a que cada vez es más difícil que un estudio apueste por proyectos de riesgo tan elevado.

Por ello, durante una entrevista con CBR, James Cameron comentó que es consciente de que el negocio del cine está cambiando y que, hoy en día, ya no importa únicamente la historia, sino su rendimiento comercial, puesto que desde la pandemia de COVID-19, la industria no se ha recuperado por completo y el panorama sigue siendo frágil.

Pero ¿Esto significa que el final de Avatar podría no llegar a la pantalla? A continuación te contamos lo que dijo el director y su opinión sobre el estado actual de la industria cinematográfica.

Avatar
Imagen: Disney

Entre costos altos de producción y un mercado incierto, Avatar está en peligro

La segunda y la tercera película de Avatar se filmaron al mismo tiempo, lo que garantizó que la trilogía pudiera completarse y llegar a la pantalla. Sin embargo, el panorama para la cuarta y quinta entrega es mucho más incierto, pues no existe garantía de que estas secuelas que aún no tienen fecha de estreno, lleguen a realizarse.

Aunque las dos primeras películas de Avatar se encuentran entre los mayores éxitos de taquilla de todos los tiempos y Avatar: Fire and Ash parece encaminada a repetir ese logro, el negocio de construir franquicias cinematográficas ha cambiado drásticamente en los últimos años.

Según explicó James Cameron, el cine no solo es arte, también es un negocio, y si una producción no genera un rendimiento real, es difícil que un estudio quiera seguir apostando por ella. “Creo que todos olvidan la realidad de este negocio”, dijo a CBR. “Se compone de dos cosas: una, avanzar con una franquicia —aunque yo no la considero una franquicia, sino una saga— con múltiples historias que terminan y vuelven a empezar. Pero si quieren usar la palabra con F, ‘franquicia’, esta solo es tan fuerte como su rendimiento”.

El director aclaró que esto no significa que Avatar sea una mala inversión, sino que los gustos y el mercado han cambiado y ahora mismo el cine atraviesa uno de sus momentos más difíciles. “Estamos en un período de depresión en el cine. No se ha recuperado desde la COVID. Llevamos una caída desde 2019, o más bien desde principios de 2020. Hemos bajado alrededor de un 35%”.

Cameron añadió que esta crisis se vuelve aún más evidente porque, a pesar de la caída en taquilla, los costos de producción y de efectos visuales no disminuyen; al contrario, siguen aumentando. “En algún punto llegas a un momento de extinción en el que ya no es posible hacer este tipo de películas”, advirtió.

Avatar
Imagen: Disney

¿La inteligencia artificial es la solución? 

Que las películas recauden menos mientras sus costos de producción siguen aumentando es, evidentemente, una combinación que genera problemas financieros. Y aunque Hollywood ha intentado mitigar esta situación filmando fuera de Estados Unidos y aprovechando incentivos fiscales, estas medidas ya no son suficientes.

James Cameron considera que el verdadero punto débil no es el cine independiente o de bajo presupuesto, sino las grandes franquicias. Como ocurre, por ejemplo, con el caso de Marvel, cuyas ganancias han disminuido de forma notable, lo que tarde o temprano volverá insostenible sus producciones multimillonarias.

Aun así, el director cree que existe una salida. Para él, los cineastas, las producciones y los estudios deben esforzarse más por convencer al público de que vale la pena ver ciertas películas en la pantalla grande. “¿Hay algo que podamos hacer al respecto?”,comentó. “Podemos hacer 3D, crear imágenes hermosas y atraer a la gente al cine. Estoy haciendo todo lo posible por lograrlo”.

Otra posible solución, aunque más polémica, sería recurrir a la inteligencia artificial para reducir los costos. “Quizás podamos disminuir el precio de los efectos visuales usando IA. No lo sé. Nunca he usado IA. En Avatar no se usa IA”, aclaró.

Por ahora, el futuro de las grandes franquicias depende, según Cameron, de reencontrar el valor de la experiencia cinematográfica y de adaptar los modelos de producción a un mercado que ya no garantiza éxitos masivos. De otro modo, mientras la taquilla siga en caída y los costos continúen elevándose, la supervivencia de sagas como Avatar estará en juego.

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Imagen: Disney