De la mente de Thom Yorke y el lente de Paul Thomas Anderson, llega el cortometraje Anima.
Entre los estrenos taquilleros del verano y las nuevas temporadas de los títulos más esperados del año, Netflix nos regala 15 minutos de surrealismo contemporáneo.
Filmado en formato IMAX y con locaciones de Praga y el Museo Les Baux de Provence francés, este onereeler te lleva de la mano a un paseo rítmico, lleno de contrastes y simbolismos.
Con tintes que recuerdan la estética de Michel Gondry (La ciencia del sueño, 2006), o la cinta de culto Bailando en la oscuridad (Lars Von Trier, 2000) la cinematografía de Anderson resulta impecable.
Radiohead, Yorke y Anderson
El cortometraje fue pensado como material promocional del nuevo album en solitario del frontman de Radiohead. Así, con coreografía de Damien Jalet quien comparte pantalla con su novia actual de la vida real, la bailarina Dajana Roncione, Yorke interpreta a un sujeto promedio, hundido en la monotonía de la rutina. Todo cambia cuando cruza miradas con su alma gemela y espabila de entre la multitud para intentar regresarle su lonchera.
La paleta de colores, encuadres y viajes de cámara, le dan mucha personalidad al corto. Todo tiene un pulso contagioso que ayuda a entender la historia, a pesar de que no hay diálogos.
La sublime fotografía de Darius Khondji crea un contraste hipnótico con los ritmos de “Not the News”, “Traffic” y “Dawn Chorus”, temas incluidos en el álbum estrenado hace poco más de un mes.
Anima: un nuevo camino para Netflix
El trabajo de este inusual dúo creativo, le regresa valor artístico al videoclip musical y aporta mucho a la línea de documentales y cine de arte que produce Netflix, ramo que podría significar la ventaja competitiva de la plataforma, ante la inminente llegada de Disney+ y la calidad de contenidos que se encuentran en Amazon Prime.