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Life Itself

Otro de esos melodramas con historias que se entrecruzan.
Life Itself
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Un drama de lo más olvidable que busca la lágrima fácil.

Mentiría si les dijera que ésta es la película inspiradora del año. Tampoco es la película más conmovedora que verán en sus vidas. Lo que sí me atrevo a decir es que se trata de lo menos interesante del año.

Life Itself es un melodrama de estructura coral que viene de uno de los responsables de la querida This Is UsDan Fogelman, quien se ha caracterizado por las comedias honestas que siempre tratan de dejar una lección al final. En este experimento, que es su segundo largometraje, los resultados son totalmente opuestos a lo logrado por la ficción protagonizada por Mandy Moore y Milo Ventimiglia.

La cinta está hecha de una forma que asume automáticamente que la audiencia es tonta y que necesita de una voz que narre los hechos porque, de lo contrario, no entendería lo que está pasando. Es el tipo de película que no sólo hace eso de forma burlona y frontal, sino que se promociona a sí misma a lo largo del metraje cuando su título está mezclado de alguna forma en los diálogos de los actores.

Por si fuera poco, hay un monólogo al principio donde prácticamente Samuel L. Jackson trollea al espectador. Tras varias escenas, el filme se muestra en realidad como un relato sobre la muerte; también, muestra que el narrador de una historia nunca es alguien en que se pueda confiar ya que sólo aporta un punto de vista.

Una propuesta confusa

Esta película, cuyo extraño arranque tiene tintes de comedia, pasa rápidamente a la tragedia, el romance y el drama. Asimismo, parece que sus historias transcurren en un tiempo total que sería de mínimo un par de décadas, pero todo sigue exactamente igual: la tecnología, la ambientación: demasiada incoherencia junta para una producción con este elenco.

Comenzamos en Nueva York con Will (Oscar Isaac), que ha sido abandonado por su mujer, Abby (Olivia Wilde). Su sufrimiento es tan grande que acude a una terapeuta (Annette Bening) para poder desahogarse. Está desesperado y quiere recuperarla, pero luego descubriremos que ella en realidad falleció en un accidente. Desde aquí entramos en el juego del narrador no confiable y la confusión está a la orden del día.

Más allá del protagonismo de Isaac y Wilde, Life Itself cuenta con otras historias donde Antonio Banderas y Olivia Cooke participan. La de Banderas está totalmente en español y nos muestra a su personaje como un hombre solitario, dueño de una hacienda. En la segunda, Cooke interpreta a una joven que se crió con su abuelo y perdió a su madre desde que era muy pequeña, quedando marcada por esa ausencia.

No tiene claros sus objetivos

Quizás lo más llamativo sobre la cinta sea ese segmento en español, y sólo por el idioma. De ahí, este estilo de narración fragmentaria no es novedoso y las historias entrecruzadas, menos. La cinta no explora nada y tampoco parece tener claro su objetivo. Ni hablar de ciertas escenas que dan vergüenza ajena, como lo falso que se ve el concierto que da el personaje de Olivia Cooke.

En conclusión…

Si algo intenta hacer Life Itself con demasiado esfuerzo es ir en aumento en una escalada de desgracias, previsibles, para tratar de generar algún tipo de tensión en el espectador. Claro que esto para algunos podría ser un atractivo involuntario. Todas las situaciones buscan, de forma forzada e inverosímil, provocar emociones que, si se es de lágrima fácil, nos engañaremos creyendo que es una película que sí vale la pena.

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