Midsommar combina la belleza estética con lo perturbador y mórbido de una imagen
La nueva película de Ari Aster ya llegó a los cines e inmediatamente levantó polémica en cada sala en la que se ha exhibido.
El terror de Midsommar
Dirigida por el mismo director que hace un año debutó con su primer filme, Hereditary, y protagonizada por Florence Pugh, Jack Reynor, Vilhelm Blomgren, William Jackson Harper y Will Poulter; Midsommar cuenta la historia de un grupo de amigos que acuden a un festival que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Y aunque en un inicio las cosas parecen bastante tranquilas, todo comienza a tornarse cada vez peor.
Lo bueno
Lo primero a resaltar en Midsommar es la extraordinaria dirección de Ari Aster. Hace un año, el joven director de 33 años maravilló al mundo con la atmósfera terrorífica y pesada que envolvía a Hereditary. En esta ocasión, los sentimientos que genera son diferentes pero igual de efectivos.
La película es incómoda e inquietante todo el tiempo. Y más que asustarte, te mantiene nervioso gran parte de ella; y una vez que ésta termina, esa inquietud te seguirá acompañando fuera de la sala de cine.
Visualmente la película es maravillosa, la paleta de colores, utilizando al blanco como color predominante, es algo muy original y que muy poco se ve en una película de terror. Los vestuarios están bien logrados y representan la esencia de esta aldea. En términos generales, el diseño de producción es muy bueno. La construcción de escenarios, los vestuarios y la paleta de colores es un punto muy positivo para Midsommar.
En cuanto al lenguaje cinematográfico, sólo tengo palabras de aliento. Hay planos muy abiertos que contextualizan lo pequeños que son algunos personajes comparados con lo que es la tradición que tiene este lugar. Y eso es muy bueno, porque el protagonista de esta historia es el mismo festival.
Y ya que hablamos de personajes, las actuaciones son extraordinarias. Resaltando las de Florence Pugh, Jack Reynor y Vilhelm Blomgren, quienes llevan la pauta de la historia y lo hacen de muy buena manera. Todo el tiempo entiendes que la relación que existe entre Dani (Florence) y Christian (Jack) no es muy sana. Y sobre el final, las decisiones que ambos personajes deben de tomar son muy fuertes, pero en ningún momento se sienten forzadas.
Para terminar con lo positivo, me parece un gran acierto que en ningún momento se muestran a los integrantes de la aldea como los villanos de la historia. Los aldeanos no veían ningún mal en lo que estaban haciendo. No trataban de invocar a un demonio o de hacer pactos para tener riquezas, ni nada por el estilo. Simplemente, llevaban a cabo sus tradiciones, y en torno a ellas se desata el gran conflicto de esta película.
Lo malo
Quizá el ritmo de Midsommar pueda ser un poco lento en ocasiones y algo tedioso, y esto mismo puede hacer que la película se sienta aburrida para algunas personas.
La realidad, es que sí tiene un cierto bajón en algún momento de la película, pero nada de qué preocuparse, porque esto no dura mucho e inmediatamente retoma la fuerza que llevaba en un principio.
Veredicto
Midsommar es una película que en sus secuencias e imágenes sabe combinar lo bello con lo perturbador y mórbido. Es una muestra más de que Ari Aster es, junto con Robert Eggers y Jordan Peele, uno de los más grandes exponentes del cine de terror en la actualidad.
Curiosamente, los 3 directores se presentaron su segundo proyecto como directores este año, siendo The Lighthouse la única que falta por estrenarse. Pero después de que triunfara en el último Festival de Cannes, lo más seguro es que sea un éxito. Ya que salga podremos hacer una comparativa entre Us, Midsommar y The Lighthouse.