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Weird City: una copia mala de Black Mirror

Ideas que parecían interesantes quedan mucho a deber
Weird City: una copia mala de Black Mirror
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Hace un tiempo que la competencia en las plataformas de streaming se ha vuelto feroz. En los próximos meses se avecinan gigantes como Disney y Apple. También de forma más tímida están competidores como YouTube Originals, con algunas producciones como Weird City que en su premisa lucen interesantes.

Aunque la idea de la serie parecía llamativa, la ejecución del guión más la simpleza de su desarrollo la convierten en un producto desechable.

De momento van seis episodios, de los cuales dos se pueden ver de manera gratuita. En ellos tenemos historias independientes en una ciudad de un futuro “no muy lejano“, en donde existe una división de los que viven “arriba de la línea” y los que viven “debajo de la línea”.

De ahí surgen elementos para jugar con diferencias de clase social y el acceso a tecnología avanzada. El problema es que no lo combinan bien, hay bromas o intentos de comedia burdos que muestran pobreza de imaginación. Para una serie futurista, esto es un gran defecto.

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Es cierto que Weird City no busca parecerse exactamente a Black Mirror, ya que no tiene el tono irónico y cruel de la decadencia humana que presenta la magnífica obra de Charlie Brooke. Pero sí Weird City propone una serie antológica que se pregunta cómo la tecnología moldea distintos estilos de vida. Es ciencia ficción con mucho menos cinismo y más comedia. O al menos así fue vendida al público.

Las tramas

El primer capítulo de Weird City tiene un enganche positivo. A nivel de producción cumple con los requisitos modernos y el ritmo es llevadero, por lo que uno se adentra sin complicación ni recelo. La trama es entretenida, con el planteamiento de un problema y una resolución satisfactoria, nada del otro mundo que deja un sentimiento feel-good en el final.

Luego continúa el que quizás es uno de sus capítulos más fuertes, con un protagonista bien escrito y bien actuado, un ser que desespera por su incompetencia y urgencia de aceptación. La manera en que termina es igual de atractiva, con tono oscuro, pero sin caer en lo trágico o tenebroso que puede ser la serie disponible en Netflix.

En el capítulo 3, de toque universitario, es donde quedan expuestas las fallas en la estructura, el guión, las actuaciones y hasta la dirección. Aquí sólo veremos una paupérrima idea con un pésimo desarrollo y proyección.

El episodio 4 tiene un concepto cautivador de una casa inteligente, lástima que tampoco supieron armarlo para lograr algo original y con algún twist audaz. Queda demasiado a deber.

El episodio 5 es quizás el más trabajado a nivel conceptual, con una clara referencia y crítica a las características de las personas pudientes, egoístas y supuestamente altruistas. Por último, el episodio 6 intenta ser meta-narrativo, con un rompimiento de la cuarta pared. Mejor hubiera sido que quedara sepultado, porque no aportada nada interesante a la serie.

Veredicto

Weird City intenta ser una de las series que atraigan audiencia a YouTube Originals, pero está muy lejos de conseguirlo. Ni su elenco verdaderamente importante (Rosario Dawson, Michael Cera, Laverne Cox, Steven Yeun, Gillian Jacobs, Awkwafina y otros) la rescata.

En una era en que la televisión y las series están ganando terreno incluso frente al séptimo arte, y donde existen historias más envolventes en la pantalla chica que en la grande, es un total desperdicio que se haga inversión en producciones de este estilo.

Tenía esperanza de que tuviese un mejor valor al ver que era co-creada por Jordan Peele, quien ya ganó un premio Óscar por su película Get Out y alcanzó buenas críticas con Us. Pero me equivoqué.

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En fin…, para entretenerse o matar el tiempo con capítulos cortos (media hora máximo) y si ya van al día con todos los videos del canal de YouTube de Fuera de Foco, échenlo un ojo a Weird City a ver si tienen una opinión distinta.

Pero, si creen en mi palabra, les advierto: no pierdan su tiempo.

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