En este artículo:
- Netflix y el director Adam McKay enfrentan una demanda por plagio por parte del escritor William Collier.
- Collier asegura que la película de Don’t Look Up, estelarizada por Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio, tiene fuertes similitudes con su novela, Stanley’s Comet.
- El demandante exige 5 millones de dólares en retribución, y probablemente la plataforma tendría que retirar la película de su catálogo.
La película dirigida por Adam McKay, Don’t Look Up, estrenada en 2021 a través de Netflix contó la historia de dos astrónomos interpretados por Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio que deben realizar una gira mediática para advertir a la humanidad sobre la aproximación de un cometa que destruirá el planeta Tierra.
Sin embargo, el gobierno y la humanidad en general parece no tomarlos en serio y, en cambio, la gente millonaria y los gobernantes planean cómo salir del planeta en caso de ser destruida.
De manera similar, en 2012, el autor William Collier publicó por su cuenta una novela de comedia negra llamada Stanley’s Comet que se centra en el descubrimiento por parte de un científico de la NASA de un cometa gigante en curso que destruirá la Tierra. Aunque inicialmente el gobierno se muestra escéptico, al final planea un ataque nuclear que, por razones políticas, es abortado. Mientras tanto, el científico se vuelve famoso y la sociedad se divide entre los que toman en serio la amenaza y los ricos que planes alternativos para sobrevivir.
Como era de esperarse, debido a la importante similitud de ambas historias, Collier ha decidido demandar al director Adam McKay y la productora Netflix por plagiar su historia sin darle ningún crédito ni dinero por los derechos de autor. A continuación te platicamos los detalles del procedimiento legal.
¿Adam McKay robó Don’t Look Up para Netflix?
De acuerdo con la demanda publicada por The Hollywood Reporter, la hija de Collier, Adrienne Metz, trabajaba para Jimmy Miller Entertainment, una división de Mosaic Media Group (una empresa de publicidad, producción y gestión de talentos) como asistente ejecutiva de Michael Aguilar, entonces presidente de producción de la empresa.
En ese entonces, Aguilar reportaba a Jimmy Miller, quien según la demanda fue el manager del director Adam McKay hasta 2015, de manera que ambos colaboraban a menudo en proyectos, incluida la producción de películas de Adam McKay como Talladega Nights, Step Brothers y Land of the Lost. Fue entonces que, en 2007, Collier alega que envió una copia de su libro a Metz debido a que se lo presentaría a sus jefes para una posible publicación.
Sin embargo, a través de este proceso, se dice que Adam McKay revisó la novela y se robó la historia sin darle ningún crédito. “Dado que el manager de McKay recibió (el libro) de Comet de Stanley´s, la costumbre y la práctica en la industria del entretenimiento dictan que esto constituye la recepción por parte de McKay”, escribe Steven Lowe, abogado de Collier, en la demanda. “Además, según la información y la creencia, la novela se entregó por mensajería, correo electrónico o entrega en mano (o por otros medios) al propio McKay”.
El profesor de literatura de la USC, David Roman, afirma que las similitudes entre la novela de Collier y Adam McKay, no solo es la trama central de la historia, sino que también comparten los estados de ánimo, temas políticos, el hecho de que ambas son una comedia negra, personajes idénticos en sus personalidades, entre otras cosas.
“La película, al igual que la novela, hace una fuerte crítica política a los medios de comunicación, el gobierno y la élite cultural al mostrar su superficialidad y su dependencia de las encuestas de opinión populares y los algoritmos de las redes sociales”.
David Roman
La película de Adam McKay también está llena de sátira y humor y, al igual que el libro, la historia “avanza hacia lo absurdo” y se impulsan con “el humor y la crítica social”, además, el profesor señala que ambas obras “lo hace con el mismo estilo y método”, por lo que son casi idénticos. La demanda asegura que Netflix debió haber investigado con más rigor de dónde vino la historia antes de darle luz verde y sumarla a su catálogo.
¿La demanda contra Netflix y McKay podría ser desestimada?
De manera similar, el mes pasado Disney, 20th Century Studios y al agencia CAA enfrentaron una demanda por derechos de autor por la película de Ad Astra luego de que el ejecutivo de producción Madison Jones, los acusó de conspirar juntos para robar ideas de un guion que él presentó para la película.
Jones alegó que las ideas de su trabajo fueron robadas después de que las compartió con agentes de CAA, quienes luego supuestamente conspiraron con los directores de la película para usarlos como base para Ad Astra. Sin embargo, para probar una infracción de derechos de autor se deben presentar pruebas para verificar que alguien les facilitó una copia de la obra , simplemente mostrar que una agencia recibió un guión, por ejemplo, no es suficiente.
Por esta razón, la demanda al final se desestimó, pero es posible que en el caso de Don’t Look Up, el autor tenga más posibilidades de ganar dado que ha presentado más pruebas sobre la facilitación de su libro a Adam McKay. En caso de que el procedimiento legal continúe, el autor busca al menos 5 millones de dólares por los daños.
